sábado, 9 de abril de 2011

Capítulo 1 ¿Has enfrentado dos espejos?

No puedo recordar la última vez, que ella me besó con pasión.

Ahora está tras la puerta, indiferente como yo. Y no me quito de la cabeza ese dichoso soneto:

Esos labios que me fueron negados.

Cerraron mi corazón sin piedad.

¿Fue capricho, sinrazón o crueldad?

Los sentimientos quedaron posados.

Dejándonos cruelmente distanciados.

Rodeándonos con gélida frialdad.

Condenándonos a cruel soledad.

Juntos, al mismo tiempo separados.

Fue la cola de sello del correo.

Te une débilmente, a un futuro ajeno.

Eso es lo que pienso, o al menos lo creo.

Pero nunca te deja sabor bueno.

Esto acabo diciendo, como veo.

No es ningún ligamento, es más bien cieno.

No lo entiendo;

¿Dónde esta el error?

¿Fue ella? ¿Fui yo?

¿Quién fue? o ¿Qué fue?

¿Estoy con ella? ¿Estoy solo?

¿Qué es lo que recuerdo?

Vamos a ver…

Fueron años de duro trabajo.

Ella aquí, yo por ahí.

¡Por ahí no! ¡Levanté esta fortuna!

¿Si levanté una fortuna, por qué me siento tan pobre?

¡Ah! Sí… No la tengo a ella, bueno… la tengo pero no la tengo.

Extraña paradoja.

¿Qué pasa? ¿Acaso busco el Grial?

No se puede tener todo.

Pero he perdido tanto…

¿Y ahora qué?

¿A esperar a que me pida el divorcio?

Se lo quedará todo, y entonces sí que no tendré nada.

Todo aquello por lo que luché durante años.

Se supone que por los dos.

Hummm... ¿Será como dice ella?

-¡Por ti y para ti solamente!

No lo se, lo he intentado todo.

Su rencor es inmenso, ha cambiado, ya no es como antes.

Pero yo también cambie, ya no soy igual. Años sin consuelo, me han vuelto insensible, no tengo corazón.

Lo que he hecho con ese viejo, me asegura el puesto a la derecha del ángel caído, o será a la izquierda.

Que más da, el viejo no se lo merecía.

El infeliz cuadruplicó el primer precio, movido por su codicia, alertado por el hecho que recientemente descubrió.

“los espejos antiguos tienen el azoque de plata”

Maldito estúpido. Éste tiene el azoque de cobalto, no entiendo ¿Cómo su brillo azul no lo delató?

Es único, además su antigüedad va más allá de lo que jamás haya soñado.

Su valor es miles de veces lo que he pagado.

¡Que se fastidie! Eso le pasa por ser aun más lerdo que codicioso.

Y yo ¿Qué soy?

Nada bueno según ella, lo de ella para mí, todo son reproches.

Ella está ahí detrás ¿sabrá si estoy yo? ¿Le importará?

¡Maldita sea! debe estar preguntándose lo mismo que yo. Ojalá.

Encenderé mi PC, quiero ver los catálogos de las más importantes casas de subastas.

Sigo pensando en lo mismo, me ronda constantemente.

¿Por qué tuve que viajar tanto?

Gané la fortuna, pero…

¿Ha merecido la pena?

Veamos los catálogos, quizás valió la pena, aunque no creo…

¿Qué ocurre? Este PC es nuevo.

¿Esas líneas…? Ahora todo es azul.

¡Maldito cacharro!

¡Un momento…! Ralentiza imagen. ¡Sí! Ya…

Pero… ¿Qué pasa?

¡Yo no he iniciado la Web-cam!

Ahora me veo con el maldito espejo a la espalda.

Esa rara antigualla del viejo.

¿Qué es ese destello? Seguro que es el cobalto

El brillo azul evoca el ayer aplastado por el doloroso presente.

Todo este pesar me recuerda aquel otro soneto que hablaba del vacío, creo que está en ese libro, no lo recuerdo bien, lo leeré.

La escasa luz del PC no me deja leer. A ver con el flexo… ¡nada! En esta casa no funciona ni lo más imprescindible.

Por lo menos tengo la luz que cuelga del techo. Vamos a ver…

¡Que curioso! Aquí en pie entre el espejo y el monitor con la imagen de la Web-cam. Es como estar entre dos espejos.

Bueno, me levanté para leer y voy leer:

Ahora me encuentro en un vacío impaciente.

Que me tortura día a día en dura espera.

Como si yo fuera una estatua cualquiera.

Poniendo rienda a una pasión latente.

Tan solo observando al mundo impotente.

Impedido a sacar mi interior fuera.

Para que al fin algún alma afín me oyera.

Y de esta manera mi mal solvente.

Continúo aquí esperando congelado.

Cuasi-muerto en la vida soportándolo.

Solo por mis escritos animado.

El tiempo viéndolo pasar sufriéndolo.

Esperando ese gran instante amado.

En una fría eternidad aguardándolo.

¿Qué es esa luz del monitor? Se parece a la luz del espejo.

A partir de ese instante mis pensamientos se congelaron, y tan solo fui testigo de lo que sucedía.

Minúsculos haces de luz partían desde el monitor impactándome. En ese preciso instante del impacto, mi cuerpo se tensó como si me estuvieran ejecutando en la antigua y aberrante forma, que consistía en atar las extremidades al tiro de caballos. Piernas brazos incluso dedos tensos y extendidos.








Estaba inmovilizado, entonces los haces comenzaron a traspasarme, y generar una nueva imagen en el espejo, pues la anterior había desaparecido.

Los espejos me permitían verme de frente y de espaldas.

Fue horrible; Comenzó a formarse un ser humano en el gran espejo de cobalto. Primero el tuétano, el sistema nervioso y circulatorio, huesos, musculatura, vísceras, piel….

Dejé de existir. En este mundo, por supuesto.

Ahora estaba frente al espejo de cobalto, no de espaldas, tras de mi no había monitor, PC, ni nada parecido. Pero eso no me preocupaba.

El dolor era insufrible, las manos los pies la boca. Quedé en estado de shock.

La imagen del espejo mostraba un hombre carente de pelo y uñas, yo notaba mi boca vacía, no tenía dientes.

Miré hacia abajo y contemplé con horror, que no tenía uñas ni en manos, ni en pies, y sangraba profusamente por estas carencias.

Perdí el conocimiento.

“” ¿Has puesto alguna vez un espejo frente a otro? Mires al que mires, verás el infinito.””

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